¿Cuan difícil es soportar la soledad que lo embarga?
Cuando el amanecer roza sus alas
y debe resguardarse bajo su lápida
en eterna espera del retorno de la oscuridad anhelada.
¿Cuanto placer es el que siente al llegar las sombras,
escapar de su bóveda y en ansiante vuelo
encontrar una víctima y… satisfacer sus ansias?
¿Puede compensar el deleite de incrustar sus garras,
desgarrar las venas y clamar su sed
hundiendo los colmillos en sangrantes gargantas
a la soledad que en algún momento confunde su maldecida ánima?
Puede…
La soledad de quien no tiene alma,
no es luz, no es maldición, no es un abrazo a la nada,
es su refugio…
sábado, 10 de marzo de 2012
donde se guarnece en espera se su próxima caza.
Había dejado de existir el tiempo,
no era posible medirlo porque ya no transcurría,
se había detenido frente al dolor,
se movía lentamente
al latido punzante de la más terrible agonía.
Se desangraba el alma gota a gota,
ya no había donde mirar.
El dolor me carcomía.
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