Mi propio demonio

sábado, 7 de febrero de 2009

 


No esperaré al amanecer para inmolarme,
prefiero hacerlo en la oscuridad de la noche,
cuando el brillo de la luna muera,
cuando la densa niebla oculte mis huellas
y nadie pueda notar la ausencia.

Esperaré a que mi demonio interior se sienta seguro
entre las sombras de las que se rodea
para asestar el golpe final,
para ahogar su repugnante esencia…

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